Un poco de historia
Eran confeccionadas normalmente en lienzo tejido en casa y adornadas en lienzo de tienda. Se colocaban directamente sobre la camisa en un numero nunca inferior a dos, sabiendo se que se ha llegado a llevar hasta ocho, en ocasiones muy especiales (¡con lo que debían pesar!)
Para la confección de las enaguas, se necesitaban unos cuatro metros tela. Iban recogidas a la cintura por medio de pequeños pliegues encarados hacia a la parte trasera y en cuanto a la distribución podemos decir que dejan una tercera parte para la parte delantera y dos tercios para la parte trasera, quedando dos aberturas laterales de unos 25 cms., que irán rematadas, al igual que los cuerpos de las camisas, por festones. Para su sujeción se usaban cintas que recogerán la parte trasera y la ataran delante. La parte de delante cruzara por detrás, anudándose también delante.
El largo ira en consonancia a la moda del momento de las faldas, siendo de unos 25–30 cms., desde la orilla hasta el suelo en el siglo XVIII y que prácticamente se alargaran hasta el suelo en los siglo XIX y XX.
Las guarniciones (volantes) que normalmente se colocan en la parte inferior de la enagua, estaban confeccionadas en telas de lienzo de tienda, batistas, etc. normalmente en forma de volante (Farfalar) acabando en puntas o en ondas. También podemos encontrar unos adornos consistentes, en una serie de cordones de algodón, colocados horizontalmente, así como una serie de lorzas, en un numero de dos o tres, colocadas para reforzar y mantener huecas las enaguas.
También es de lógica pensar que las enaguas, que van a ir mas al exterior, irán mas adornadas que las interiores.
Es en los siglos XIX – XX, donde aparece la ropa interior propiamente dicha, como son los calzones de mujer, conocidos vulgarmente por pololos, consistentes en calzones confeccionados en telas finas de algodón, hilo e incluso seda.
Hoy en día todo ha cambiado un poco, puesto que muchas veces se utiliza can-can, de auténtico poliéster, por muy siglo XVIII que sea la indumentaria. (¡horror!)
Para hacer una enagua, medianamente similar a las del S. XVIII, hay que procurar utilizar tejido de algodón, sin pizca de poliéster y de un grueso mediano. ¿Por qué?
Pues porque se tienen que almidonar (para no utilizar can-can y que el “ahuecado” sea bonito) si el algodón es muy grueso pesará demasiado y si es fino, no ahuecará suficiente.
Para acertar, se deberá utilizar la misma cantidad de tela que para la falda y así el frunce será el mismo.
Podemos ponerle varios volantes, pero como el vuelo de la falda tiene que ser “bonito”, es decir, de menos en la cintura a más en el bajo. Como un triángulo invertido.
El vuelo máximo recomendable del volante inferior, deberá ser 3,5 veces la amplitud de la falda. A medida que vais poniendo volantes hacia arriba, se disminuirá el vuelo (2,5 veces la amplitud, 1,5 la amplitud…etc.): Pero sobre todo, dejar desde la cintura al primer volante entre 20 y 25cm.
Evidentemente la verdad absoluta no existe y lo que puedes fruncir utilizando una batista, no lo puedes fruncir con una tafeta.
Hay que tener en cuenta que el volante es un añadido superpuesto a la falda… debajo de él hay tela.
Es decir, hay que hacer la falda completa y después coser a ella el volante.
Espero que os haya gustado y procuraré no tardar tanto en publicar.
Besos a todas
Perdón que precio tiene las enaguas de baile? Y si vendes online?
Buenas tardes Puri!,
No vendo online absolutamente nada: yo solamente hago confección a medida y por supuesto que te puedo hacer unas enaguas aunque el precio dependerá del tipo de tela y del tipo de confección que tú necesites: más volantes= más telas y más trabajo; más puntillas = más trabajo y más dinero … o sea que no te puedo dar un precio concreto.
Sería cuestión de que vinieras, te tomara medidas, me dijeras qué idea llevas o darte yo la idea que considere más apropiada para ti y a partir de ahí, ya darte un presupuesto
Muchísimas gracias por tu comentario.
Un abrazo muy fuerte